De las redes sociales hay mucho tema para debatir. Es que se han convertido en una plataforma de participación, opinión, integración, investigación y establecimiento de nuevas relaciones sociales y profesionales. Además de ser el foco de atención de las empresas.
Alrededor de 2001 y 2002 surgen los primeros sitios que fomentan redes de amigos. Hacia 2003 se hacen populares con la aparición de sitios tales como Friendster, Tribe y Myspace.
Rápidamente algunas empresas ingresan a las redes sociales. Google lanza en enero de 2004 Orkut apoyando un experimento que uno de sus empleados realizaba en su tiempo libre. En 2005 ingresan Yahoo 360 y otros.
Y he aquí que se transforma en un interesante negocio. Un buen ejemplo de esto es Facebook, una red social enfocada a estudiantes, muy similar a Myspace, con millones de usuarios registrados y donde ha habido una importante inversión publicitaria de parte de Microsoft.
Según la Consultora TSN, Argentina es el quinto país en el mundo y el primero del continente en cuanto al consumo de Facebook y Twitter por parte de los cibernautas.
Además, la mitad de la población utiliza Internet y de ese número, el 63% es usuario de las redes sociales.
El gran potencial de sitios como Twitter o Facebook radica en el servicio que brindan, ya que ofrecen la posibilidad de que sus usuarios puedan interactuar de manera permanente con otras personas, mas allá si se conocen o no.
Algunos confluyen que este fenómeno social sucede porque las redes brindan popularidad al anónimo, integración al discriminado, igualdad a quien es diferente.
Según una investigación realizada por el profesor de Harvard, Mikolaj Jan Piskorski, ha descubierto que MySpace esta “muerto”, que en Twitter hay más mujeres que hombres y que Facebook sirve a los chicos para saber de otras mujeres de manera discreta.
Algunos de los interesantes datos que ha proporcionado son que la aplicación en la que más invierten las personas son las fotografías, es una forma de mostrale al mundo que se están divirtiendo sin presumir. El 70% de las acciones están relacionadas con ver fotos o ver los perfiles de otras personas.
Twitter es rotundamente diferente a las demás, ya que no permite el uso de fotos, solo se limita a ofrecer 140 caracteres a sus usuarios para expresarse. Por eso no todo el mundo se atreve a utilizarlo o hay quienes lo usan pero para enterarse de lo que dicen los demás sin expresar nada. Por otra parte, el 90% de los mensajes son creados por el 10% de los usuarios.
En Facebook las personas aprovechan para conocer detalles de la vida de los demás de una forma sutil sin parecer indiscreto.
Entonces, la pregunta es ¿Que beneficios les proporciona a las personas atraídas por los sitios web como Facebook, Linkedin, Twitter, Flickr, Youtube?
Porque satisface las siguientes necesidades:
• Actualidad: Motiva saber las cosas que están pasando con temas generales, además resulta interesante lo que está haciendo algún amigo o no, como le fue en el viaje, que es lo que siente o piensa, que es de la vida de tal persona.
• Interconexión: Tener fácil acceso a las personas que nos importan.
• Comunicación: favorece la comunicación a muchas personas, que por falta de tiempo o de habilidades de comunicación escrita les resulta útil la posibilidad de enviar un mensaje de afecto a través de unos “bombones virtuales” o un “oso de peluche” (entre otras)
• Entretenimiento: se encuentran muchas aplicaciones para canalizar el ocio. La innumerable cantidad de “quiz” sobre las diferentes características de la personalidad de cada quien.
• Protagonismo: ser tomado en cuenta, de una u otra manera, hacia esto esta muy enfocado el funcionamiento de los sitios como Orkut o Flickr. Permite que la gente conozca, vea fotos y videos de las propias actividades.
• Control: Aunque no es 100% seguro, en las redes sociales se tiene el control de determinar a quién leemos, a quién dejamos que se entere de las novedades, a qué juego se invierte en el tiempo de ocio. Es muy fácil no darse cuenta que la navegación en estos sitios se vuelva una especie de adicción y así es sencillo perder el control del tiempo que se invierte y se perjudique la propia vida personal.
Estar, salir, conectarse, permanecer y vivir dentro de Facebook y Twitter. Las redes sociales llegaron para quedarse y está en cada uno el uso que quiera darle. La curiosidad se transforma en hábito y esa costumbre se traduce en una dependencia difícil de controlar.